Tolstoi es el primer autor ruso que leo, y de él tan sólo he leído dos novelas: Anna Karenina (hace ya más de un año) y Guerra y Paz (lectura del Club Pickwick para empezar el 2016) y el caso es que algo tiene este hombre que te atrapa, aún a pesar de las mastodónticas dimensiones de Guerra y Paz.
Una vez leído Guerra y Paz no creo que pueda considerarse simplemente una novela, si acaso una precursora de novelas-río posteriores, a la par que un tratado de historia rusa que va desde la perspectiva más global de las estrategias de Napoleón y el zar Alejandro a las visicitudes de un soldado raso cualquiera o el día a día de los mujiks (esos campesinos-esclavos de los que también entrevemos bastante en la lectura), y por supuesto la vida de la aristocracia del pais, de la que el autor formaba parte y que parece conocer al dedillo. Es también un tratado de filosofía y moral, Tolstoi nos instruye en Guerra y Paz sobre temas que él considera relevantes, y que sin duda debieron ser muy novedosos en la fecha de su publicación (íntegramente en 1869). Pienso que este puede ser un motivo por el que los lectores no lleguen a disfrutarlo, el llegar a la historia esperando otra cosa, y sin la suficiente paciencia.
En este sentido me sorprende muy gratamente el nivel de implicación del autor con sus personajes, la trama, sus ideas… por una parte sus obras son desde luego costumbristas y apegadas a la realidad, me recuerda a veces a Edith Warthon y su retrato de la sociedad neoyorkina en novelas como La casa de la alegría o La edad de la inocencia, pero por otra parte tanto Guerra y Paz como Ana Karenina son novelas viscerales, los personajes son tan de carne y hueso, y a su vez la voz del autor se oye tan alto y claro, que no puedes menos que implicarte profundamente en la historia (al menos yo).
Y sí, Guerra y Paz es un tocho impresionante, hay que cogerlo con muchas ganas, preferiblemente haber leído algunos clásicos antes, y tener paciencia con partes que pueden resultar tediosas (en mi caso particular las detalladas descripciones de las primeras batallas, en otros casos las disertaciones morales…). Después de terminar este libro yo me he quedado en una especie de shock lector, no he comenzado aún ningun otro libro serio, sólo algún comic, un poco de fantasia, un libro de viajes… creo que me resisto a abandonar la estepa rusa, y aunque tardaré bastante en coger otro clásico del país, estoy segura de que volveré a Tolstoi.
Los personajes están ahí, con tramas en principio para mí un tanto planas (teniendo en cuenta que Anna Karenina me fascinó por su estudio de personajes) pero que van creciendo cada vez más y terminan transformandose en personas de carne y hueso, con sus incongruencias, sus destellos de gloria y sus mezquindades, realmente me han calado hondo. Y luego están los detalles sobre la vida en Rusia en aquella época, mil y un anéctodas que nos descubren un pueblo mucho más oriental y exótico a nuestros europeos ojos de lo que yo personalmente esperaba.
Pues eso, como la canción de Los Rodríguez, Tolstoi me está atrapando otra vez, hace ya más de un mes que terminé de leer Guerra y Paz pero no consigo desengancharme de esa historia.